viernes, 27 de abril de 2007

Eduardo Gómez: "Si no fuese por la serie, no me comería un colín"


Os dejo aquí una entrevista realizada a Eduardo Gómez:

El padre del portero de Aquí no hay quien viva se ha convertido en el auténtico bedel de la urbanización Mirador de Montepinar de La que se avecina, la nueva serie de Tele 5.
Han tenido problemas con la producción y finalmente le han dado el día libre. Se ha marchado a casa y está descansando.
¿Cuesta adaptarse otra vez al trabajo?
Cuesta, pero que no falte nunca. Además, ya tenía ganas de empezar este ritmo.
¿Echa de menos a Fernando Tejero?
Pues sí, porque teníamos un rollito muy bueno. Nos compenetrábamos a la perfección. Además de como actor, lo echo de menos como persona, porque es un genio.
¿A usted lo cogieron por el parecido físico con él?
Yo fui contratado para un solo capítulo. Les gustó y me hicieron el personaje fijo.
Como si le tocara el cupón...
¡Qué leches el cupón! Como si me hubiese tocado la Primitiva (risas).
¿Le siguen tirando piropos?
Piropos... Me tiran los tejos.
¡Hay que ver el poder que tiene la televisión!
Si no fuese por la serie, no me comería un colín (carcajada).
Quiere decir que liga usted mucho, ¿no?
¿Quién me lo iba a decir a mí? Me sacan mucho de marcha por ahí y todo.
Y hay alguna señora que le guste en especial.
A mí me gustan todas (risas), jovencitas, mayorcitas...
En la serie tuvo de novia a Lina Morgan. ¿A quién le pondrán ahora?
Lo de Lina Morgan fue muy grande. Ahora no me importa a quién me pongan. Sea quien sea, cumpliré.
¿No son muchos actores?
Es una serie coral y cuantos más mejor. Así no se explotan mucho los personajes.
Ya se atrevió una vez a desfilar, ¿volverá a hacerlo?
Ahora estoy cerrando un contrato para desfilar para una marca de calzoncillos.
¿No le da reparo?
A mí me encanta desnudarme; además, hay que hacer de todo. Que me dicen que me vista, me visto. Que me dicen que me quede en bolas, me quedo en bolas.
¡Quién dijo miedo!
Miedo a nada.
¿Qué tiene pensado hacer este puente?
Me voy a mi casita de Mijas Costa, a la playa, a ver a las muchachitas en bikini.
Tenga cuidado que ya lo tienen fichado...
Ya te digo, hasta en Marruecos. Estuve hace poco en una especie de desierto, donde sólo había una pastora y sus cabras, y desde lejos empezó a gritarme «Emilio, Emilio».
¿Es feliz?
Nunca se es feliz del todo, pero estoy en buen momento

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