Aquí os dejo una entrevista realizada a Adriá Collado:
Este barcelonés de 35 años confiesa que se pegaría un tiro antes de dedicarse a los culebrones, siempre que pueda elegir. Y sabe que no es fácil encontrar papeles con fundamento en el duro oficio de la interpretación, camino por el que apostó tras licenciarse en Geografía e Historia y en Antropología. No le ha ido mal aunque todavía no ha tropezado con un título rotundo. Tras un pequeño papel en 'Evita', de Alan Parker, -el de un estereotipado galán español- ha intervenido en una veintena de coproducciones cinematográficas. La última, 'Kilómetro 31', rodada en México, está a punto de estrenarse en España.
Vaya pirueta la de 'La que se avecina', que nace de 'Aquí no hay quien viva y arrastra a sus actores, que se mudan de personaje. ¿Cómo se afronta? Al principio me dio un poco de penita dejar 'Aquí no hay quien viva' porque fue una etapa muy bonita, a pesar del estrés de trabajo. Pero ha estado bien renovar, el público sigue la nueva serie, y he variado de personaje, en mi caso un cambio radical después de dar vida al homosexual que se empareja con Mauri. ¿Hubiera seguido en 'Aquí no hay quien viva' de no desaparecer la serie? Seguramente sí. Es muy difícil decir que no a algo que triunfa. Llevo unos cuantos años en esta profesión y sé que no es fácil alcanzar ese éxito, bien sea en teatro, cine o televisión. Está bien saborear esa miel. Y cada día es más difícil triunfar rotundamente en la ficción de la pequeña pantalla. A los estrenos les cuesta más alcanzar grandes cifras.Hay más cadenas de televisión, las series norteamericanas son fuertes y los picos de audiencia que teníamos con 'Aquí no hay quien viva' es prácticamente imposible alcanzarlos. Hay más diversificación del público y puede que esté bien que la audiencia se reparta y elija títulos más específicos. En 'Aquí no hay quien viva' su presencia era intermitente. Aparecería y desaparecía como el Guadiana. Estuve siete meses fuera para rodar dos películas. La primera vez por 'Aislados' una producción pequeña realizada por un equipo de amigos. Y después hice en México la película que está a punto de estrenarse. <>BUsted ha intervenido en muchos títulos de cine, pero ninguno de repercusión importante. Tampoco en la pantalla grande abundan los éxitos... Por desgracia, el cine español tiene un público reducido, a parte de las obras de los consagrados como Amenábar, Almodóvar o Medem. En un capítulo de una serie te puede ver muchísima más gente. Aun así, como me gusta tanto el cine, yo lo intento, y hay proyectos que me gustan aunque sabes que no van a ser un éxito masivo a priori. Pero en España no se hace mal cine, dentro de todo hay buenas películas. ¿Echa de menos esas réplicas interpretativas con Luis Merlo? Teníamos buena química interpretativa, aunque no éramos amigos de tomar café, y sí lo echo de menos porque trabajamos muchos tiempo juntos. Pero está bien adaptarse a otros mano a mano, como ahora con mi hermano en la actual serie. ¿Se vería de actor de culebrón, como en la serie? Hice un culebrón en TV3 y nunca sabes por dónde va a ir tu carrera, pero no me gusta ese ritmo de trabajo en el que se hace casi todo a la primera toma. En México me reclamaron para un telenovela y la rechacé. ¡Un año en la capital azteca haciendo un culebrón! Me hubiera pegado un tiro. Pero ser actor es adaptarse. Y ojalá me ofrecieran un trabajo así en un momento de paro. ¿Se ha encontrado en la vida ese perfil de actor engolado, como su papel? Está muy exagerado, pero sí es cierto que existe. Habrá gente que se lo crea hasta que no le dan un par de tortas y no se dé cuenta de que esto es un trabajo más. El peor error de un actor es creerse que es alguien.¿La imagen y el atractivo físico ayuda al actor? Me imagino que sí, pero hay cabida para todo tipo de físicos. Es verdad que Brad Pitt es guapo y tiene éxito, pero también triunfa Gene Hackman y no es una belleza. Lo importante es tener una perseverancia en el trabajo. Pero le ayudó la imagen durante un tiempo porque creo que ejerció usted de modelo. Hice poca pasarela y más anuncios, fotografías y catálogos. Viajaba y era una excusa para viajar, ganarme un dinerito y poder emanciparme.¿Qué le parece la televisión? Está llegando a una situación de exceso de publicidad que me da miedo. Es un fastidio, aunque imagino que se necesita para lograr una rentabilidad y que se hagan series. Por otro lado, la parrilla está copada por programas del corazón, que me ponen los pelos de punta.