Os mostramos a menos de 9 horas del estreno de "La Que Se Avecina" una entrevista realizada a Jose Luis Gil:
"¿De nuevo en la carretera?Por supuesto y dispuesto a todo. Vuelvo a la televisión con ilusiones renovadas y de continuar con la buena racha. Este medio en particular y esta profesión en general es bastante insegura. Hay que estar constantemente dando gracias por tener trabajo y además de disfrutar con él.
¿Cómo se siente en estos momentos?Con cierto cosquilleo y la eterna incertidumbre de sí este producto va a contar con el favor de la audiencia.
Nervios, ¿un profesional como usted?Va con la profesión. Es una señal de que estás vivo y de que te interesa tu trabajo.
Usted viene de una serie que ha sido todo un fenómeno televisivo, ¿se ha tenido que preparar de alguna manera para desconectar de su señor Cuesta?Lo he intentado, pero es inevitable ya que mi personaje en La que se avecina tiene bastantes similitudes con el anterior. La primera y más evidente razón es que somos el mismo actor, por los que el aspecto físico no lo podemos cambiar. La segunda y más importante es mi tono de voz, yo no puedo falsearla. Prefiero que la audiencia vea similitudes a no hacer el ridículo haciendo algo que no es lo mío. Sería engañar y no es mi intención.
¿Cómo es su personaje?Soy, como repite hasta la saciedad mi personaje, un político muy humano. Bueno, me creo que soy un gran estadista, pero simplemente estoy al frente de una concejalía de ocio y deportes...Trato de inculcar los valores que creo tener entre los miembros de mi familia...
¿Consigue predicar con el ejemplo?Lo intenta, pero no todo se puede conseguir en esta vida.
¿Es una serie familiar?Sí. Es un balón de oxigeno y un trabajo muy digno. En algunos momentos tiene unas pinceladas de humor corrosivo.
Al margen de por los parecidos esta serie supone todo un reto para todos...Y una gran responsabilidad. Todos venimos de una serie que llegó sin contar con el apoyo de la cadena, en verano e incluso los medios no daban un duro por su futuro. Ella sola y con ayuda del público subió y ahora Aquí no hay quien viva es una serie de culto. Estoy totalmente convencido de que los vecinos de el Mirador de Montepinar van a dar la campanada."
¿Cómo se siente en estos momentos?Con cierto cosquilleo y la eterna incertidumbre de sí este producto va a contar con el favor de la audiencia.
Nervios, ¿un profesional como usted?Va con la profesión. Es una señal de que estás vivo y de que te interesa tu trabajo.
Usted viene de una serie que ha sido todo un fenómeno televisivo, ¿se ha tenido que preparar de alguna manera para desconectar de su señor Cuesta?Lo he intentado, pero es inevitable ya que mi personaje en La que se avecina tiene bastantes similitudes con el anterior. La primera y más evidente razón es que somos el mismo actor, por los que el aspecto físico no lo podemos cambiar. La segunda y más importante es mi tono de voz, yo no puedo falsearla. Prefiero que la audiencia vea similitudes a no hacer el ridículo haciendo algo que no es lo mío. Sería engañar y no es mi intención.
¿Cómo es su personaje?Soy, como repite hasta la saciedad mi personaje, un político muy humano. Bueno, me creo que soy un gran estadista, pero simplemente estoy al frente de una concejalía de ocio y deportes...Trato de inculcar los valores que creo tener entre los miembros de mi familia...
¿Consigue predicar con el ejemplo?Lo intenta, pero no todo se puede conseguir en esta vida.
¿Es una serie familiar?Sí. Es un balón de oxigeno y un trabajo muy digno. En algunos momentos tiene unas pinceladas de humor corrosivo.
Al margen de por los parecidos esta serie supone todo un reto para todos...Y una gran responsabilidad. Todos venimos de una serie que llegó sin contar con el apoyo de la cadena, en verano e incluso los medios no daban un duro por su futuro. Ella sola y con ayuda del público subió y ahora Aquí no hay quien viva es una serie de culto. Estoy totalmente convencido de que los vecinos de el Mirador de Montepinar van a dar la campanada."
